Wednesday, November 26, 2014

Avenida Escazú, caballo de estereofón

Se necesita más gente que escriba así, y se necesita que Avenida Escazú sea caso de estudio en las escuelas de arquitectura, como lo es año tras año Barrio Amón.  Como si en toda la GAM no se pudieran encontrar y rejuntar 6 o 8 cuadras similarmente "cute". 

Lo que resulta devastador es que la gente que ideó, la gente que hizo realidad, y la gente a la cual está destinada y que frecuenta el gran simulacro que es Avenida Escazú, es precisamente la gente que ha tenido la oportunidad de salir, ocupar, visitar y vivir entornos urbanos "de adeveras". En su descargo, tal vez la intención está bien lograda: crear la ilusión de que "así" es la vida urbana en "otro" lado, en un lado mejor. Entonces imaginarse que la esencia absoluta de  Nueva York está destilada en el Greenwich Village sanforizado y plástico de Sex in the City, con todo y tiendas Marc Jacobs y cupcakes de Magnolia Bakery, o que la idea central de París se resume en el Faubourg Saint Honoré y la tranquilidad que da saber que todos los senegaleses pobres y negros están allá lejos en las "banlieues". 


Pero hasta en eso el plan falla, porque lo único que no se puede fabricar es la historia, el paso del tiempo, los cientos o miles de años que esos otros sitios han visto y en donde se han gestado cambios que han impactado al mundo entero... pero de todo eso lo único que se toma es la imagen presente, perfecta como un anuncio de Prada. En un país donde la crème de la crème se reúne, señoras de peinado alto, señores de saco y fotógrafos de prensa, todos divinos y todos gente conocida para inaugurar un local de Applebee's... no es para nada de extrañar que el sector "chic" converja para verse y ser visto en un lugar que se imagina a sí mismo como Grace Kelly, pero que en realidad es la Nicole Kidman de frente y labios hinchados de botox.